TATUAJE PENAL «Irezumi» vs TATUAJE ARTÍSTICO «Horimono»”

«De la clandestinidad a la exhibición.»

IREZUMI:

 

En el «Nihonshoki», el segundo libro más antiguo sobre la historia de Japón, se descubre que la función principal del tatuaje era la de marcar a individuos como criminales, aunque también se indica que se usaba con esclavos e incluso sirvientes.

 

Este tipo de Tatuaje Penal, se podía hacer en cualquier parte del cuerpo, en la frente o incluso debajo del ojo. (Aunque fuera de esa función destinada a los peores criminales, también existían increibles representaciones entre la mafia yakuza).

 

 

Pero como normalmente venia acompañado de otros castigos que consistían en amputaciones de nariz y orejas, esa práctica hizo que a partir de entonces, “el tatuaje se convirtiera en un castigo en sí mismo”.

 

Con esta referencia y al ser utilizado por bandas callejeras Yakuza, matones y la más baja calaña de la época, poco de expresión artística se creía que había en esta práctica y se decidió prohibir.

 

Su ilegalización ayudó a convertirlo en un símbolo del crimen, obligando a ejercer su actividad de manera clandestina. La reminiscencia de las altas élites a como se percibían los tatuajes, se debía a los antiguos «Irezumi».

 

Y a pesar de considerarlo provocativo y un símbolo de rebeldía, las clases dirigentes del antiguo Japón no llegaron nunca a suprimir el tatuaje.

 

 

HORIMONO:

 

Es el término genérico para referirse al tatuaje tradicional japonés que las clases oprimidas exhibían sin discreción para expresar su disconformidad con las autoridades.

 

 

Cuando estos tatuajes ganaron la suficiente complejidad, se decidió separar el estigma creado por la interpretación del Irezumi y darle al término «Horimono» una visión neutral y más respetuosa ya en su forma definitiva.

 

Con este nuevo enfoque se logró diferenciar las creaciones artísticas de los tatuajes criminales.